El aloe vera es una planta parecida a un cactus cuyas hojas producen un gel 

que es rica en vitaminas A, C, E y B12.

La hoja de la planta de aloe es rica en agua, por lo que ayuda a hidratar la piel y retener la humedad.

Los azúcares, conocidos como mucopolisacáridos, ayudan a retener esa humedad en la piel.

Debido a este dúo dinámico, el aloe puede actuar como un humectante que mantiene la piel hidratada mientras combate el envejecimiento, el acné y las quemaduras solares.

La hoja de la planta de aloe vera es tan rica en agua, particularmente en la capa más interna de la hoja, que, cuando se usa en el cuidado de la piel, ayuda a hidratar la piel y retener la humedad.

Proporcionar humedad ayuda a facilitar la curación, dando a la piel la oportunidad de renovar las células más rápido. Se ha demostrado que la renovación celular rápida da la apariencia de una piel más joven.

Las propiedades antibacterianas de las vitaminas del aloe lo hacen útil para el tratamiento de cortes y heridas menores y también permiten que sea efectivo para controlar el acné. Además, el aloe apoya la producción y liberación de colágeno que mantiene la piel joven y hace que la piel sea más flexible y tersa en lugar de rígida y correosa.

El aloe también puede ayudar a proteger y reparar la piel del daño solar y retardar el envejecimiento causado por los rayos UV y los factores estresantes ambientales.